LAS CLAVES PARA AHORRAR AL VOLANTE, EN LA COMPRA DE COCHES, CONTROLANDO LA VELOCIDAD, BUSCANDO ALTERNATIVAS AL VEHÍCULO…
En plena crisis mundial hay que adaptarse a los nuevos tiempos. No se escapan de ello los conductores. Y desde el volante también podemos hacer mucho por el ahorro. Podemos ser conductores ‘anticrisis’, otros conductores, y en este reportaje damos muchas pistas para saber dónde ahorrar.
Conducción anticrisis: Arranque sin acelerar: le permitirá ahorrar combustible y no es necesario que espere ni un segundo –excepto en los diésel– para poner el coche en marcha. Cambie las marchas con rapidez: la primera solo para arrancar, rápidamente la segunda, la tercera… Si, además, no apura las marchas y usa las más largas, puede ahorrar hasta un 15% de combustible; y si añade el apagar el motor en paradas de más de un minuto, puede ahorrar hasta 150 euros anuales. También puede dejar la marcha metida, ¡pero sin tocar el acelerador!, al acercarse a un semáforo o cuando baje alguna pendiente: el consumo del coche será “cero”. Pero hay muchos otros pequeños detalles para ahorrar: unas ruedas desinfladas pueden incrementar un 6% el gasto, y recortan su duración y afectan a la seguridad. Ir con la ventanilla abierta, abusar del aire acondicionado, llevar pesos innecesarios, tanto en el maletero como en la baca, aumenta el consumo: por cada 100 kilos de peso adicional, un 5% más de carburante. Y si es baca, hasta un 8% más. Mantener una velocidad constante, sin acelerones, sin frenazos bruscos, también es ahorro, lo mismo que la velocidad en sí: lógicamente, no es lo mismo ir a 90 que a 120. Por cierto, hay estudios que aseguran que conducir de forma responsable reduce hasta en un 25% los accidentes. (leer más sobre la coducción anticrisis) (leer más)
Cuánto ahorra si levanta el pie: Circular a 140 km/h no tiene nada que ver con ir a 120 o a 100. En el primer caso, consideraciones de riesgo al margen, se consume entre un 14 y 16% más que a 120; y total para qué, ¿para recorrer 100 kilómetros en siete minutos menos? ¿Y si decidimos modificar nuestros hábitos de velocidad con la idea de ahorrar? Veamos¨: si tomamos como referencia el límite máximo actual en autovías y autopistas de 120 km/h, reduciremos el consumo de combustible entre un 8 y un 10% manteniendo una velocidad de crucero de 110 km/h, aunque necesitaremos casi 3 segundos más por kilómetro; a 100 km/h, disminuirá el consumo un 14% y tardaremos 6 segundos más por kilómetro, o lo que es lo mismo, 10 minutos más en 100 kilómetros. Los datos que ofrecemos (ver gráfico) se han elaborado a partir de los cálculos realizados por el catedrático de Motores Térmicos, Jesús Casanova, con dos vehículos de diferentes características, a velocidad constante y considerando aspectos como la masa, el coeficiente aerodinámico, la resistencia a la rodadura… “La dificultad de estimar estos datos se basa en la variabilidad de vehículos, de carreteras y de formas de conducir”.(leer más).
¿Compartes o alquilas? En las ciudades se ha comenzado a prescindir del coche o a utilizarlo de otra forma. Se alquila por horas, se comparten viajes, gastos… El objetivo, ahorrar. Estas son alternativas al alcance de su mano.:
Carsharing (sistema de alquiler de coches por horas. Se paga una cuota anual y una tarifa por kilómetro. Funciona en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao…. )
Entre particulares (Una plataforma en Internet conecta la demanda y oferta de vehículos privados de alquiler. Las tarifas se fijan a nivel particular. Los propietarios y demandantes se registran y, a través de un buscador, se localizan, contactan y quedan)
Carpooling (Compartir coche entre particulares para todo tipo de trayectos: largos, cortos, ocasionales o habituales)
Compartir parking (servicio destinado a facilitar el intercambio o alquiler de plazas de garaje entre particulares que conecta la oferta y demanda a través de Internet)
(Para tener datos adicionales sobre estas alternativas, lea el artículo completo)
Más rápido, más barato más saludable: Según un estudio de la Diputación Foral de Guipúzcoa, viajar en coche particular es cuatro veces más caro que en autobús y ocho más que en tren si solo se contabilizan los costes económicos. Si se valoran costes globales –tiempo, costes externos…–, el autobús ahorra 1.700 € anuales frente al coche y el tren (5.500). También la moto consume menos espacio de aparcamiento y, más ágil en el tráfico, ahorra tiempo en el recorrido. La bici es rápida y económica, ideal para trayectos de 5 km. En la última carrera de medios de transporte organizada en Murcia, el Día sin Coches (22 de septiembre), sobre 2,5 kilómetros, el ciclista tardó 5 minutos; el motorista tardó 15 y el automovilista, 17; más lentos fueron el peatón (30) y el autobús (38). Pero para ahorrar al máximo, nada como ir a pie. Una carrera de medios de transporte celebrada en 2006 calculó que el desplazamiento a pie, sin costes, aunque era el más lento (30 minutos) ganaba a la bici (5 céntimos y 12 min.); mientras que el taxi (cuyo tiempo era similar: 13 min.) costaba 4,50 €, y autobús y coche particular (cuyos tiempos duplicaban a la bici: 19 y 24 min.) costaban 1 €. (leer más sobre las alternativas al coche)
Interesa comprar ahora: Consumen y contaminan un 20% menos que hace quince años, su equipamiento dobla el de hace cinco y cuestan lo mismo que en 2008. Así son los modelos que ahora se venden. El 52% de los conductores ha aplazado la idea de comprarse un coche nuevo, según el estudio “Los conductores españoles ante la crisis”. Sin embargo, si usted tiene necesidad de adquirir un coche nuevo, Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles) asegura que “se puede adquirir con el doble de equipamiento que hace cinco años a un precio medio igual al de 2008”. (leer las claves)
Lo mejor, un buen mantenimiento: Una correcta puesta a punto del vehículo es una buena manera de ahorrar en combustible y reparaciones en tiempos de crisis .Los gastos habituales del coche vienen a sumar una media de 2.000 euros anuales entre préstamo, impuestos, seguro, combustible y mantenimiento. Y a falta de dónde recortar, dejar de ir el taller es una ‘solución’ que puede tornarse cara a la larga, sobre todo por seguridad. Más si nuestro vehículo está ‘entrado’ en años. De hecho, la crisis ha provocado que las reparaciones de los coches viejos se disparen hasta el 9%. Con un efecto añadido: un continuo envejecimiento del parque móvil, de forma que cada vez circulan vehículos más viejos y por tanto más ‘bebedores’ (ver infografía). Conclusión: el cuidado de la salud de nuestro vehículo, equivale a ahorrar cientos de euros en reparaciones y en consumo de combustible. Recuerde que neumáticos y motor son las partes de la mecánica del vehículo que más afectan al consumo.(para ver a qué hay que presatar especial atención lea esto más especialmente)
Texto de la revista Tráfico y Seguridad Vial de la DGT