-Antes de ponerte en marcha, revisa periódicamente la presión de los neumáticos. Rodar con poco aire aumenta el riesgo de reventón y da lugar a un incremento de la resistencia a la rodadura, lo que se transforma en un aumento del consumo de entre el 5 y el 15%. Existen neumáticos modernos que reducen la resistencia y son mas silenciosos.
-Los motores modernos con tecnología de gestión electrónica, tanto diesel como gasolina, ruedan perfectamente a bajas revoluciones y ofrecen buena aceleración, en torno a las 2000-2500 rpm. Después de arrancar es conveniente subir lo más rápidamente posible de marcha si las condiciones del tráfico y la vía lo permiten. Ahorrarás combustible y reducirás el ruido procedente del motor
-Haz un uso racional de los equipamientos como la luneta térmica y sobre todo el aire acondicionado. Por debajo de los 24 grados en vías interurbanas suele ser suficiente con el aire forzado, pero no acondicionado. El aire acondicionado puede suponer hasta un aumento de 2litros de consumo cada 100 km de recorrido.
-No viajes con cosas innecesarias en el interior del vehículo. Cada 100 kilos más de peso suponen un 7 por ciento mas de consumo. No conviertas el maletero en un cuarto trastero. Repercutirá en su bolsillo y en el medio ambiente.
-Sobre todo viajando en vías interurbanas y a partir de cierta velocidad, la aerodinámica es un aspecto a tener muy en cuenta. Utiliza los accesorios exteriores que aumentan la capacidad de transportes, cofres o bacas, solo durante el tiempo necesario. Llevarlos instalados de forma permanente tiene un reflejo importante en el gasto y las emisiones de gases contaminantes.
-Evita utilizar el vehículo para realizar trayectos cortos. Cuando el motor está frío es cuando más consume pudiendo multiplicar el consumo medio hasta por tres o cuatro veces. Tampoco es recomendable esperar parados a que el motor se caliente. Se gasta combustible al que no se le obtiene rendimiento porque no se circula.
– Existe un lema que dice que lo mejor para la conducción eficiente es “Acelerar y frenar menos que el que circula delante”. Ello se traduce en pocas aceleraciones y pocos frenazos bruscos, en un aprovechamiento de la inercia y en ir integrados en el tráfico .En definitiva conducir relajados, lo que además de reducir el consumo y las emisiones nos aumentara el confort y reducirá el riesgo de sufrir un accidente.
-Existe la falsa creencia de que los coches no gastan cuando circulan en punto muerto. Lo ideal para no gastar es ,siempre que se pueda, dejar que el vehículo ruede por inercia, pero con una marcha engranada, algo por encima de las revoluciones de ralentí En estas circunstancias se corta el suministro de combustible y el consumo será nulo.